Una vez pulido, cogemos el primer cajón y, con el papel que hayamos elegido, lo forramos (como si fuera un libro o una carpeta) vigilando que las esquinas queden bien fijadas. Como son cajones muy largos, solo necesitaremos forrar la parte frontal y un poco del interior; no será necesario forrarlo todo ya que así evitamos que, al abrir y cerrar el cajón, el papel se vaya deteriorando.
Así, poco a poco, vamos decorando cada uno de los cajones a nuestro gusto. Cuando los tengamos todos, también podemos forrar la carcasa del mueblecito, aunque en esta ocasión, hemos preferido dejarlo sin papel para resaltar la madera original.
Otra opción es pintar la estructura del mueble, o alguno de los cajones, con pintura para madera combinando así el papel de decoupage, la madera pura y la pintura. ¡Eso os lo dejamos a vuestra elección!
En esta manualidad podéis ver la combinación de pintura, papel de decoupage, cintas de washitape y puntillas pegadas sobre madera pintada: ¡todo en uno!
¡Esperamos que os haya gustado!
Hasta la próxima, ;)
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